Que quede bien claro: No me ha gustado la gala de los Goya de este año. En vez de la gran ceremonia del cine, de la gran fiesta del cine español, hemos tenido algo semejante a una feria.
Vamos a empezar por el principio: ¿Os acordáis de cuando teníais que quedaros hasta la una de la mañana por la insufrible tanda de anuncios justo antes del final de la gala? Pues resulta que la gala sigue durando lo mismo, pero sin anuncios. No se puede hacer una gala tan insufriblemente interminable. Es una fiesta sí, pero hasta cuando yo salgo lo fines de semana sé cuando me tengo que recoger a tiempo.
Todo esto viene aderezado por una presentadora que, ayer, me hartó de lo lindo. Eva Hache me pareció desmedida, egocéntrica, crecida, con ganas de atacar a todo y a todos (Gobierno, leyes, los presentes en la gala, los no presentes, Monarquía…). Decía en un periódico que la gala no tenía que ser un mitin, pues lo fue. Y además algunos de sus chistes se pasaron de la raya (una burrada lo de la boca de la Verdú fuera sitio) y solo uno de cada diez hacía gracia.
A mi me gusta la ceremonia de los Goya (se salieron con la primera de Buenafuente), me gusta que ganen mis favoritos, me gusta que haya sorpresas, me gusta… pero no me gusta el circo mediático que vi anoche, donde los sobres se multiplicaban misteriosamente (menuda cara se le debió quedar al que no ganó), donde hubo demasiados chistes de política y donde, por enésima vez, se tenía que premiar a la familia Bardem (¿Hagan lo hagan, toquen lo que toquen tiene que ser premiable?). Tampoco me gusta que los actores extranjeros no vengan a la gala, pero les entiendo. ¿No deberíamos alguna vez dar un Goya a algún actor extranjero? A Tom Holland debieron explicarle que de esas cosas no entendemos… pero luego queremos que Bardem lo gane en USA.
Y luego está lo de Resines, madre mía. Creo que Antonio Resines es una de las personas que mejor me cae de este mundo, pero lo que hacen con él no es ni medio normal. El año pasado rapeando, este que si en modo croqueta por el suelo… ¡por favor! ¿Soy el único que piensa que no hace falta despojar a este personaje de su dignidad humana? Tuvo gracia sí, pero fuera de lugar.
Siempre nos quedará Muchachada. Ojalá se encarguen ellos de la gala del 2014.
La victoria se la llevó ‘Blancanieves’, con diez galardones que no triunfó en taquilla. Lo de si es merecido o no se lo dejo a otros con más criterio, pero lo de dar un Goya a Guión Original por adaptar una historia me parece pelín de risa. Al igual que la nominación a mejor canción de Tadeo Jones, probablemente uno de los peores films de animación de la historia con una relevancia tan internacional que había que premiarla (se llevó tres galardones).
Me gustó Candela Peña por su humanidad, me gustó J. A. Bayona (que acabó con una rotura de fibras) por decir las cosas como son y me gustó Concha Velasco. De lo poquito salvable en la noche del cine. Ni me acuerdo de que dijo el señor Presidente de la academia. Bajemos de las nubes, lleguemos más a los espectadores señores.
PREMIADOS:
Mejor película: ‘Blancanieves’, de Pablo Berger.
Mejor dirección: J.A. Bayona por ‘Lo imposible’.
Mejor dirección novel: Enrique Gato, por ‘Las aventuras de Tadeo Jones’.
Mejor guión original: Pablo Berger, por ‘Blancanieves’.
Mejor guión adaptado: Gorka Magallón, Ignacio del Moral, Javier Barreira, Jodi Gasull y Neil Landau por ‘Las aventuras de Tadeo Jones’.
Mejor música original: Alfonso de Vilallonga, por ‘Blancanieves’.
Mejor canción original: «No te puedo encontrar», de Pablo Berger y Juan Gómez «Chicuelo», por ‘Blancanieves’.
Mejor interpretación masculina protagonista: José Sacristán, por ‘El muerto y ser feliz’.
Mejor interpretación femenina protagonista: Maribel Verdú, por ‘Blancanieves’.
Mejor interpretación masculina de reparto: Julián Villagrán, por ‘Grupo 7’.
Mejor interpretación femenina de reparto: Candela Peña, por ‘Una pistola en cada mano’.
Mejor actor revelación: Joaquín Núñez, por ‘Grupo 7’.
Mejor actriz revelación: Macarena García, por ‘Blancanieves’.
Mejor dirección de producción: Sandra Hermida Muñiz, por ‘Lo imposible’.
Mejor dirección de fotografía: Kiko de la Rica, por ‘Blancanieves’.
Mejor montaje: Bernat Vilaplana y Elena Ruiz, por ‘Lo imposible’.
Mejor dirección artística: Alain Bainée, por ‘Blancanieves’.
Mejor diseño de vestuario: Paco Delgado, por ‘Blancanieves’.
Mejor maquillaje y/o peluquería: Fermín Galán y Sylvie Imbert, por ‘Blancanieves’.
Mejor sonido: Marc Orts, Oriol Tarragó y Peter Glossop, por ‘Lo imposible’.
Mejores efectos especiales: Félix Bergés y Pau Costa, por ‘Lo imposible’.
Mejor película de animación: ‘Las aventuras de Tadeo Jones’.
Mejor película documental: ‘Hijos de las nubes, la última colonia’.
Mejor película iberoamericana: ‘Juan de los muertos’, de Alejandro Burgués (Cuba). Mejor película europea: ‘Intocable’, de Eric Toledano y Olivier Nakache.
Mejor cortometraje de ficción español: ‘Aquel no era yo’, de Esteban Crespo García.
Mejor cortometraje de animación español: ‘El vendedor de humo’, de Jaime Maestro.
Mejor cortometraje documental español: ‘A story for the Modlins’ (Una historia para los Modlin), de Sergio Oksman.
Goya de Honor: Concha Velasco.
Los Goya 2013: hablemos de Cine. Solo de Cine.
Complementando la opinión del Artículo/Reportaje de mi compañero José Luis Serrano yo, Eduardo Bonafonte, en calidad de Editor de Noche de Cine suscribo cada letra de lo arriba indicado, y:
-Es muy difícil que el Cine Español guste al gran público, que le lleve masivamente a la Salas y que aproveche todo el potencial creativo del País si sus premios anuales se convierten en un Mitin donde solo se ataca a unos.
-Ya es malo de por sí convertir una Ceremonia en la que solo se debería hablar de Cine en una suerte de ataque de unos privilegiados hacia otros privilegiados. Por si esto fuera poco, han salido a la luz varios momentos vergonzosos como el equívoco de los sobres; o el irrespetuoso catetismo de ¡Qué Naomi (Watts), ni Naomi! .
Desde Noche de Cine nos encantaría informar del magnífico estado de ‘Nuestro Cine’, tanto a nivel artístico como formal. Pero es difícil, por no decir imposible, vanagloriarse de un discurso inoportuno, trasnochado y beligerante, que no hace sino poner piedras en el camino a las futuras películas, ya de por sí presas de un sistema de subvenciones que fomenta muchas cosas, pero no la creatividad.
Ojalá llegue la Ceremonia de los Goya que nos divierta, por y para el Séptimo Arte.
Que pueda exportarse a todo el Mundo y todos estén deseando verla. Pero si cada vez que un Actor pisa el escenario para recoger un Premio, significa hablar de todo lo que le viene en gana, menos de lo que debería tener presente… seguiremos pensando que éste no es ‘Nuestro Cine’.
Para finalizar, os dejamos unas declaraciones bastante claras y pormenorizadas del efecto que este posicionamiento puede tener, de la mano de Tony Cantó que vale la pena leer.