2073. Casi la totalidad del planeta Tierra fue destruido durante las terribles guerras contra los Scavengers, hace ya veinte años y se encuentra desierto. Jack Carter, mecánico de aviones no tripulados, es uno de los pocos hombres a los que se le permite adentrarse en su superficie, destinado a una importante misión: extraer los recursos energéticos del planeta. En una de sus patrullas, rescata a una mujer, en una nave abandonada, que le abrirá los ojos de lo que le sucedió a la Tierra realmente.
‘Tron: Legacy’, primera película de Joseph Kosinski, supuso el retorno de un clásico que, con los años, envejeció muy mal. Sin ser una película excelente, sí puso de manifiesto la capacidad del Director para crear imágenes perdurables en la imaginación del espectador.
‘Oblivion’, su segunda película (que adapta a su vez la Novela Gráfica firmada por el propio Kosinski), viene a confirmar la maestría visual del Cineasta pero, a la vez, resuelve todos los fallos de su Ópera prima.
La cinta protagonizada por Tom Cruise (entregado e indiscutible amo de la función. Muy bien acompañado, además, por Olga Kurylenko y Andrea Riseborough, todo un descubrimiento), busca sus fuentes en la ciencia-ficción clásica, visitando lugares comunes a otras grandes películas (el Diseño de producción y la parte final, por ejemplo, rebosan homenajes al género) pero sin perder el norte ni (tampoco) la identidad.
Dosificando el Relato con maestría, Kosinski nos regala un espectáculo trepidante y también instrospectivo, donde la acción está justificada y las cosas no ocurren porque sí, algo tan de moda en el Cine actual. Las dos horas de metraje trascurren en un suspiro: todos los elementos están en su sitio, perfectamente engrasados.
‘Oblivion’ está más cerca del ‘Moon’ de Duncan Jones que de cualquier mastodonte digital falto de neuronas.
Deslumbrante, emotiva, de incuestionable belleza plástica… ‘Oblivion’ es, sin duda, el primer Blockbuster del año con mucho que ofrecer, aparte del tremendo entramado digital y la parafernalia propia de todos los proyectos destinados a romper la taquilla.
Gana por goleada al retorno de Sam Raimi a Oz, a Jack el cazador de Gigantes… y, en su género, saca los colores a la sobrevalorada y a ratos ridícula ‘Prometheus’.
Si con tan solo dos películas en su haber Kosinski parece un veterano ¿qué será capaz de hacer en el futuro?
Esperemos que la respuesta a esa pregunta llegue muy pronto.
Lo mejor: que trasciende más allá del espectáculo visual.
Lo peor: algunos personajes desdibujados y ‘homenajes’ demasiado evidentes.