Año 2073. Hace más de 60 años la Tierra fue atacada; se ganó la guerra, pero la mitad del planeta quedó destruido, y todos los seres humanos fueron evacuados. Jack Harper, un antiguo marine, es uno de los últimos hombres que la habitan. Es un ingeniero de Drones que participa en una operación para extraer los recursos vitales del planeta. Su misión consiste en patrullar diariamente los cielos. Un día, rescata a una desconocida de una nave espacial y, entonces, se ve obligado a replantearse sus convicciones más profundas.
Vamos a salvar ‘Oblivion’ de la quema por muy poquito, y es que me da que es de esas películas que si la piensas dos veces la va a pasar mucha factura (algo que no ocurre con ‘Prometheus’ por ejemplo, que gana con cada nuevo visionado).
No me cabe la menor duda de que Joseph Kosinski sabe hacer bien las cosas realizando una labor de dirección intachable en un espectáculo visual sumamente atractivo (su diseño de producción es acojonante). Pero, como le ocurrió en ‘Tron: Legacy’ (que levante la mano alguien al que le gustase ese tostón), no tiene guión.
Vamos a ver, el problema de la película es, y ojito que aquí va un SPOILER COMO UNA CATEDRAL es que es un homenaje encubierto a ‘Moon’ (y en menor medida a ‘Wall-E’) FIN DE SPOILER pero con un presupuesto cien veces mayor y con la mitad de interés. Analizada en serio, me encanta su arranque inicial. Durante cuarenta y cinco minutos el film es una película espectacularmente atractiva y genial, con un Cruise metidísimo en faena y una gran Andrea Riseborougn. Esa es su mejor parte de la película. Pura Ciencia- Ficción.
¿Después? Después es un galimatías sin pies ni cabeza de mucho cuidado en el que las explosiones y las persecuciones (pura rutina) están a la orden del día buscando la épica final a toda pastilla (y clavadito a ‘Independence Day’). Y si no fuese por Kosinski, esto sería inaguantable. Al menos es capaz de lograr un espectáculo interesante.
Lo Mejor: su arranque inicial.
Lo Peor: que el final no está a la altura.