Puede que los nombres Joel David y Ethan Jesse no te digan nada por sí solos, pero si añades el apellido Coen no cabe duda de que ya sabes de quién se trata. Estos hermanos o «el director bicéfalo» (the two-headed director) como se les conoce en la industria, son una suerte de monstruo de dos cabezas, nada terrorífico, que tienen un título nuevo que añadir a su extensa filmografía: ‘A propósito de Llewyn Davis (Inside Llewyn Davis)’, desde el 1 de enero en cartelera.
Esta cinta llega con grandes críticas y galardones como el Gran Premio del Jurado en el pasado Festival de Cannes, varias nominaciones a los Independent Spirit Awards y las recientes y celebradas nominaciones a los Globos de Oro para Mejor Película en la categoría de Comedia o Musical, mejor interpretación masculina en Comedia o Musical y mejor canción original por ‘Please Mr. Kennedy’, que cuenta además con la colaboración de Justin Timberlake.
‘A propósito de Llewyn Davis’ describe una semana en la vida de un joven cantante de música folk mientras recorre la escena musical del Greenwich Village de 1.961. Con solo una guitarra a cuestas y un despiadado invierno neoyorquino en su contra, pretende abrirse camino como músico. Esta misión se convertirá en un complicado maremágnum con numerosos obstáculos en el que él es el creador y culpable de muchos de ellos. Mientras intenta cumplir su sueño, sobrevive gracias a la generosidad de amigos y extraños y trabajando donde puede, lo que le lleva a sitios tan variopintos como los cafés del Village o un club vacío en Chicago, donde realizará una prueba para el magnate de la música Bud Grossman.
La magnífica interpretación del actor y cantante Oscar Isaac nos traslada de una forma muy particular a esa época dorada, muy bien acompañado por Justin Timberlake, Carey Mullingan y John Goodman.
Repasemos ahora el sello personal de los Coen: son metódicos, calculadores y no dejan ningún detalle al azar. En sus películas, todo ha sido previamente estudiado con sumo cuidado para convertir cada obra en una pieza única. Un indicativo de su sello personal es incluir un teléfono sonando un buen rato para crear tensión, nervios o risa, algo que podemos encontrar en ‘Quemar después de Leer’, ‘No Es País Para Viejos’ o ‘El Gran Lebowski’ (donde parieron a su personaje larger than life, El Nota).
En el apartado musical pasa algo parecido con ‘A propósito de Llewyn Davis’ ya que el folk es un tipo de música al que les gusta recurrir a menudo. Sonó en ‘O Brother’ con el sabor más americano de los años treinta, en ‘Fargo’ el tema principal se basó en la canción de folk noruega ‘The Lost Sheep’ y ahora vuelve con más protagonismo que nunca en ‘A propósito de Llewyn Davis’. La banda sonora está interpretada por artistas de la talla de Oscar Isaac, Marcus Mumford, Justin Timberlake y los Punch Brothers entre otros.
Aunque en esta película predomina el folk, bien es cierto que los Coen no se colocan solo en este estilo porque para ellos prima la necesidad de imprimir con la música los sentimientos más acordes a la trama o estilo de la película. De ahí que no dudaran en usar ‘Hotel California’ en ‘El Gran Lebowski’ con el personaje de Jesús Quintana o incluso meter música clásica en ‘El Hombre Que Nunca Estuvo Ahí’ con un tema de Beethoven.
Otro ejemplo muy característico se puede observar en ‘Valor de Ley’, donde incluyen una banda sonora mucho más melancólica que la película original ya que quieren que se proyecte una trama intimista y profunda.
Al contrario de lo que nos tienen acostumbrados los Coen en sus películas, esta vez no es Carter Burwell quien ha compuesto la banda sonora sino el productor T Bone Burnett, ayudado de Marcus Mumford y los propios Joel y Ethan Coen. Esto supone la cuarta colaboración con los hermanos de Minneapolis, lo que es un buen augurio ya que se trata del mismo equipo que trabajó en la banda sonora de ‘O Brother, Where Art Thou?’, disco que ganó un Premio Grammy.
El caso que nos atañe, ‘A propósito de Llewyn Davis’, entra de lleno en esta filosofía de usar la banda sonora como arma para potenciar el tono y hace del folk el aliado perfecto para trasladar al espectador un toque humorístico que roza la tragedia del protagonista, así que no nos queda más que preguntarnos… ¿qué pasará finalmente con Llewyn?.
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