Cuenta tres historias de amor, pasión y confianza que transcurren entre Nueva York, París y Roma, en torno a tres parejas que no parecen tener conexiones tangibles. Liam Neeson, Olivia Wilde, Adrien Brody, Mila Kunis, James Franco y Kim Basinger protagonizan este film que es mucho más que una colección de historias de amor; es un misterio, un rompecabezas donde la verdad se adivina por retazos, donde las pistas se descubren por el rabillo del ojo, y nada es realmente lo que parece.
Paul Haggis que dirige y escribe el guión, nos muestra la misma configuración que funcionó en títulos anteriores como ‘Crash’, (2004) pero en esta ocasión, ha intentado ir más allá. La estructura del filme no es de lo más clásica pero si muy conocida en el cine. Se configura en base a una serie de historias diferentes que aparentemente no tienen nada que ver, pero se entrecruzan en algunas partes o situaciones. Es decir, se deja de un lado el montaje lineal para ofrecer uno alterno, jugando con el espectador y sus conclusiones.
La diferencia con ‘Crash’ es evidente: anteriormente jugó con el factor tiempo, creando una historia con diferentes personajes entrecruzados alrededor de un hecho sucedido en la ciudad de Los Ángeles. Esta vez, entremezcla realidad y ficción de tal manera que puede llegar a incomodar al espectador, quien a veces no sabe qué ocurre en la pantalla, si ocurre o si no está sucediendo. En su afán por despistar para dar un golpe de efecto en el desenlace de la cinta, lía todo con demasiadas vueltas de tuerca y al final, hay demasiadas piezas que montar en este rompecabezas de más de dos horas. Tanto esperar para concluir de forma demasiado obvia… sucede todo lo que habías pensado en un principio.
Un reparto estelar con Liam Neeson, Mila Kunis, Adrien Brody, Olivia Wilde, James Franco, Moran Atias, Maria Bello y Kim Basinger. Liam Neeson no termina de encontrarse a gusto en este papel, le siguen pegando más las películas de acción. Es como un cero a la izquierda en la pantalla, completamente neutro, no aporta nada, ni simpatía ni odio, siendo un personaje decorativo a través del que se canalizan las historias que comprende el film. Adorna, lo mismo que un florero.
En definitiva, ‘En tercera persona (Third Person)’ es una película liosa y larga, con demasiado metraje a cuestas, pero que se ha sabido valer muy bien del montaje y por eso, hay que aplaudir a su director.
Lo mejor:el montaje.
Lo peor: un rompecabezas demasiado largo.