El cine mudo hace referencia a los filmes realizados desde que el cinematógrafo comenzara a dar sus primeros pasos a finales del siglo XIX hasta 1927. Las primeras proyecciones de los hermanos Lumiére se realizaron con un cuarteto de saxofonistas apareciendo en escena compositores muy importantes como el músico Saint-Saéns.
La llegada del sonido fue una evolución lógica en la cual se empieza a trabajar desde muy temprano, os sorprenderá que hablemos del año 1900, pero durante mucho tiempo, no se consigue sincronizar imagen y el sonido. Las primeras décadas en las que impera el cine mudo, desde sus inicios, generaron una industria cinematográfica muy importante en nuestro país, la cual se instalo alrededor de Barcelona ya que la bonanza económica hizo posible que se pudiera comprar tecnología más avanzada traída desde Francia. Con el paso de los años, aparecen otros centros como Valencia, siendo sobre todo Madrid quien tome el relevo. El modelo industrial se había agotado y además, las clases altas habían decidido invertir dinero en la industria cinematográfica.
Es durante la década de los años 20 cuando aparecen algunos de los directores más importantes de nuestro cine y productoras muy importantes como Patria Films, fundada por el cineasta Benito Perojo. Además, hubo otras muchas productoras emblemáticas como Cantabria Cines, Atlántida, , Goya Films. Es muy característico ver como a las grandes productoras siempre se liga el nombre de un director de renombre: José Buchs (1896-1973), Benito Perojo (1894-1974), Florián Rey (1894–1962), Manuel Noriega (1961), Luis Buñuel (1900-1983). Grandes directores que continuaran haciendo cine cuando llegue el sonido y que serán los grandes nombres del cine español.
No sólo aparecen productoras y cineastas sino también algunos de los géneros más clásicos de nuestro cine como el sainete, la zarzuela y la comedia, habiendo también un gusto por el cine histórico y adaptaciones literarias.
El cine mudo va a ser eclipsado poco a poco por la aparición del sonido. Normalmente el tope entre el cine mudo y sonoro data de 1927 con el filme ‘El cantante de Jazz’ de Alan Crosland, el primer largometraje con sonido hablado. Pero desde hace unos años, en relación al cine español, se hizo un descubrimiento muy importante de una cinta rodada por Lee DeForest y protagonizada por Concha Piquer en 1923. Con lo cual la fecha se adelanta cuatro años.
En definitiva, vemos como después del arranque del cine en nuestro país, donde hubo grandes pioneros, se gesta una generación de directores que trabajan a la vez que la industria y el tejido cinematográfico español crece a pasos agigantados.
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